Desarrollo organizativo en el Tercer Sector
Estrategia de rrhh y desarrollo organizacional
Situación de partida
Trabajamos en un proyecto de desarrollo organizativo con una conocida asociación de solidaridad internacional que promueve la defensa del derecho fundamental a la salud y una vida digna para todas las personas.
La situación de partida es la de una gran organización en proceso de cambio de modelo; cambio determinado por la coyuntura socioeconómica y por la necesidad de evolucionar hacia un modelo asociativo más robusto y sostenible.
La demanda la formula la Coordinadora General, que es la figura que lidera la organización desde un plano ejecutivo. Es a partir del encuadre con esta persona cuando arranca nuestro trabajo de consultoría.
La demanda inicial es el deseo de evolucionar como organización y, para ello, intervenir en diferentes subsistemas de la misma: por un lado, hay una demanda explícita de trabajar con el comité de dirección, órgano que opera en la sede central en Madrid y que lidera el despliegue de la estrategia acordada desde la Junta Directiva. Y por otro, hay un deseo de trabajar con las personas que lideran las diferentes sedes autonómicas con el fin de facilitar el desarrollo organizativo de estos subsistemas.
Despliegue del proyecto
El proyecto, como es natural, comienza con el trabajo con el comité de dirección, cuyo fin es apuntalar al equipo mediante el desarrollo de capacidades en dos planos: uno más conceptual de construir una visión compartida del proyecto, y otro más relacional donde poder trabajar la confianza básica y la generación de vínculos intersubjetivos que faciliten una gestión de las diferencias más inteligente, sana y constructiva. Desde nuestro marco conceptual, una organización es más sana y sostenible en tanto en cuanto es capaz de trabajar en dinámicas de inclusión frente a dinámicas de exclusión.
Después de tres sesiones de trabajo, en las que se pasa por momentos confusionales y otros de rivalidad y divergencia, el proyecto se cierra convergiendo en acuerdos. El producto final es un documento con unas reglas del juego acordadas desde el consenso que son las que van a regular el funcionamiento de este equipo y las que nos van a permitir autoevaluar a este equipo de dirección, así como evaluar el cumplimiento de estos compromisos.
Desde nuestro modelo conceptual, no hay proyecto consistente sin la existencia de un equipo directivo alineado. Y una vez que esto se trabaja, la organización puede empezar el despliegue hacia otros subsistemas.
Próximos pasos
En este caso, de forma natural el despliegue se realiza en el subsistema de sedes autonómicas, proyecto en el que se trabaja con los/as coordinadores/as de las doce sedes autonómicas. El objetivo, ayudar a construir un imaginario colectivo en torno a la identificación de retos estratégicos comunes sobre los que construir un proyecto compartido. De forma simultánea, hay un deseo de trabajar en la construcción de un nuevo subsistema- el de los/as coordinadores/as de sede autonómica, que no cuenta con esa identidad de equipo, así como el desarrollo de capacidades organizativas de corte más estratégicas.